Ni 'Vértigo' ni 'Testigo de cargo', este es el clásico de los años 50 que hay que ver según Steven Spielberg. Fue la película que marcó el adiós de Orson Welles a Hollywood

Ni 'Vértigo' ni 'Testigo de cargo', este es el clásico de los años 50 que hay que ver según Steven Spielberg. Fue la película que marcó el adiós de Orson Welles a Hollywood

El cineasta no duda a la hora de escoger cuáles son sus mayores referentes

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'Sed de mal'
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Belén Prieto

Editora

Como leyenda viva de la historia del cine que es, la opinión de Steven Spielberg es una de las que debemos tener en cuenta sí o sí. No solo porque ha dirigido algunas de las películas más icónicas jamás realizadas, sino porque siempre ha tenido e cuenta a otros grandes cineastas a la hora de inspirarse y siempre ha hablado de lo mucho que ha aprendido de artistas como John Ford, Alfred Hitchcock, Akira Kurosawa y, por supuesto, Orson Welles.

Las recomendaciones cinematográficas de Spielberg siempre despiertan curiosidad a cualquier cinéfilo y puede que no sea una sorpresa que sitúe entre sus favoritas 'La diligencia', 'Lawrence de Arabia' o 'Ciudadano Kane' (tal y como se recoge en NPR).

De hecho, tampoco le chocará a nadie que incluya en la lista 'Sed de mal', una joya del cine negro que aunque suela pasar desapercibida entre los grandes clásicos, marcó un punto de inflexión para su director Orson Welles. Porque fue el largometraje con el que se despidió de los grandes estudios de Hollwood.

El adiós de una leyenda

'Sed de mal'

Titulada en inglés 'Touch of Evil' y estrenada en el año 1958, 'Sed de mal' es un thriller oscuro y retorcido ambientado en un pueblo ficticio en la frontera entre México y EE.UU. Y una película que comienza con una de las secuencias más icónicas que se recuerdan: un plano secuencia de tres minutos en el que una bomba es colocada en el maletero de un coche, mientras la cámara sigue su recorrido.

El vehículo pasa junto a Miguel Vargas (Charlton Heston), un agente mexicano recién casado con Susan (Janet Leigh), y la bomba acaba explotando en la zona estadounidense, dando pie a una investigación cargada de tensiones raciales, corrupción y abuso de poder.

La investigación recae en el Capitán Hank Quinlan (al que interpretaba el propio Welles), un policía legendario y conocido por su "intuición", pero que también arrastra un historial bastante turbio. Vargas desconfía de él desde el principio, en parte porque es racista, un alcohólico empedernido y un manipulador. No duda en incriminar a un sospechoso inocente ni en colaborar con mafiosos locales como el tío Joe Grandi (Akim Tamiroff).

La mejor parte: su villano

Orson Welles en 'Sed de mal'

Aunque 'Sed de mal' sea un clásico increíble por muchas razones distintas, una de las cosas que más destacan en ella es su villano, al que interpreta Orson Welles escondido bajo capas y capas de maquillaje. La mirada perdida del personaje y las escenas que comparte con Dietrich no solo aportan una dimensión melancólica a la historia, sino que son el corazón de la película en sí.

Sin embargo, a pesar de todo, el público no terminó de portarse bien con la película y fue un desastre en taquilla. Además, Universal la recortó y reeditó sin el consentimiento de Welles, que llegó a escribir un famoso memorando de 58 páginas suplicando que se restaurara su visión, aunque no le hicieron caso.

Esto dio pie a que se marchase del país, encontrando algo más de reconocimiento en Europa.

Encontrar inspiración en el mejor lugar

'El diablo sobre ruedas'

'Sed de mal' ha servido de inspiración para Spielberg por muchas razones. En primer lugar, por su impacto visual, del que llama la atención un despliegue de planos inclinados, juegos de sombras y una atmósfera única (cortesía del director de fotografía Russell Metty).

También por la influencia que ha ejercido sobre su obra. De hecho, en una entrevista para la revista Empire, el cineasta reconoció que el personaje del gerente del motel (Dennis Weaver) le sirvió para crear el que fue su primer largometraje: 'El diablo sobre ruedas'.

Sin lugar a dudas, 'Sed de mal' es una de esas películas imprescindibles y aunque no fue la última que hizo Welles en su carrera (aún le quedaba por estrenar otras algunas otras como 'El proceso' o 'Campanadas a medianoche'), nunca llegó a recuperó el control que tenía cuando trabajaba en Estados Unidos.

Y aunque Spielberg sabe que no supuso el final de su carrera, sí que es consciente de que, en cierto modo, 'Sed de mal' fue un final a lo grande y por eso insiste en que la veamos.

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